En ese momento entró una chica en la cafetería, miró un momento a quienes allí estaban y se sentó en la mesa del chico del teléfono.
- Hola, siento llegar tarde.
- Hola, llegas bien de tiempo, no te preocupes. ¿Cómo estás?
- Sigo pensando en él, sé que no es el chico ideal para mi, me trata fatal, pero le quiero y le echo de menos.
- Todo ese miedo a estar sola y prefieres estar junto a alguien, aunque te ofrezca más dolor que la soltería, ¿crees que estar sin pareja es doloroso?
- Sí, no quiero estar sola, sentir que nadie me desea, que no soy atractiva....
- Eres adorable, una buena persona, con muchas amistades, querida, no te mientas, quieres sexo y por sexo pagas con dolor y sumisión, deja esa esclavitud.
- Es tan fácil de decir, pero ... no lo entiendes.
El chico le tomó la mano, la miró a los ojos con cariño y una sonrisa cálida y amable, ella se quedó parada, poco a poco se relajó y comenzó a reír.
- Lo ves, es más sencillo ser feliz que infeliz, no requiere esfuerzo, es nuestra naturaleza estar bien, pero queremos sentirnos víctimas, que nos falta algo, eres encantadora.
- No se cómo lo haces, pero siempre me alegras el día, eres un ángel.
- No hago nada, excepto tomar café y eso haré ahora, ¿que te gustaría tomar?
- Un refresco de naranja.
El Maestro escuchaba atentamente esa conversación....
Son un buen ejemplo de relación sin egoísmo, de ayuda, de bondad, sólo escucharlos hablar me ha despertado paz dentro de mi, sigue habiendo buena gente en este mundo.
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