El Maestro miró a la chica y pensó:
Ella merece amor y orgasmos, así sonreiría más y dejaría de mirar a todos los chicos en busca del adecuado, espero que pronto encuentre a un hombre que se los proporcione.
Ella miró al Maestro y pensó:
Seguro que está pensando en llevarme a la cama.
El Maestro le dijo:
- Pronto conocerás a un hombre que te comprenda realmente. Adiós.
Ella lo miró extrañada, respondió:
- Ya tengo novio y es encantador.
El maestro se fue.
Ella lo miró y pensó : "Ojalá"
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