El sentido del humor es una de las muestras de inteligencia más evidentes y una manera de expresar nuestra opinión de una manera positiva.
El sentido del humor tiene dos vías muy marcadas.
Centrado en uno mismo
Centrado fuera de uno mismo
La primera es la más difícil de realizar, reírse de los defectos propios es aceptarlos y no darles más importancia de la que realmente tienen, ninguna en especial, igual que las virtudes, solo son nuestra opinión y siempre pueden ser usados para motivarnos.
La segunda es más sencilla, el mundo es un gran chiste, una comedia con cierta ironía, el mundo no puede ser serio, la vida no puede existir sin la muerte, es algo gracioso, un chiste de la naturaleza que nos permite vivir pero nos pone una fecha límite y además no nos dice cuando.
¿Será que quiere que aprovechemos el tiempo al máximo? Será eso, pero pocos lo hacen.
No hay que ser serio, eso crea sufrimiento, angustia, envidia, egoísmo.
Cuando digo que no hay que ser serio, no me refiero a ser irresponsable, temerario o jugar con las personas en beneficio propio, eso son excusas del ego defensivo que llevamos dentro.
Es ser respetuoso, tolerante y honesto, ver que el mundo es un lugar fantástico si así lo queremos ver, hacer reír a otras personas es satisfactorio y una sonrisa puede cambiar el día por completo, haz la prueba.
Sonríe a las personas que te cruzas por la calle o mira cuanta gente ves sonriendo.
Date cuenta de una cosa, el sentido del humor es un poderoso motivador, una fuente que no se termina, la felicidad no es mirar el lado positivo, es mirar todo lo que nos rodea y poder sonreír y dar gracias de poder experimentarlo.
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