Chico tímido estaba en casa, no paraba de mirar los números de teléfono, ¿llamar o no llamar? algunos decían que tenía que esperar para no parecer desesperado, pero lo que le ha dicho el Maestro ... tiene razón, un hombre de verdad llama cuando quiere.
Estaba intentado juntar las dos teorías, buscar alguna excusa para no llamar, encontrar un agujero en las reglas por donde esconderse, en realidad no quería que lo rechazaran por teléfono, eso sería duro.
Haría algo estúpido, lo sabía, pero necesitaba la opinión de un experto, de Martino, pero no tenía internet en casa ni en el teléfono, tampoco podía llamar, sería demasiado vergonzoso...
- A ver, lector, se que estás ahí leyendo mi vida, o parte de ella, te pido ayuda, no tengo internet y quiero contactar con Martino, ¿Le puedes enviar el siguiente mensaje a su email? ( marino.pua@outlook.es )
Hola Martino,
Soy yo, tu alumno más tímido, este email lo envía un buen amigo mio, no tengo internet, bueno, al grano.
Tengo muchos números de teléfono y no se cuando llamar, ¿ahora o me espero a otro día?
Gracias, responde a esta dirección y me enviarán tu respuesta, no te preocupes.
Un saludo.
- Espero, lector, que igual que confío en que enviarás este email, la respuesta que obtengas me la harás saber, no aquí, en este mensaje, no es el lugar apropiado, seguro que Martino sabe donde me puedes encontrar.
Dicho esto miró el teléfono, 3 números de chicas a las que podía llamar... pero tenía miedo... dudas... miedo, era miedo... estaba aterrorizado.
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