Rubita dejó a su novio, Chico malo, y se buscó otro chico que había visto, un joven delgado, con gafas y bastante tímido, no le costó nada que la acompañara a fuera, aunque no llegaron muy lejos, Chico Malo estaba allí mirando.
Sabiendo que la culpa era de Rubita, fue directamente al chico de gafas, lo empujó al tiempo que le gritaba:
-¡ Que haces hijo de puta, es mi novia! La has cagado chaval.
El chico no sabía que hacer, comenzó a temblar y a mirar a todas partes, ese chico que le gritaba era mucho más fuerte y más violento.
- No... no ... no ... yo no... me voy... no quiero... pro pro problemas...
- Pues los vas a tener gilipollas.
Todo sucedió bastante rápido, Chico Malo empujó al joven, le pegó un puñetazo en el estómago, al tiempo que dos hombres del tamaño de un armario agarraban a Chico Malo y lo comenzaron a arrastrar hacia la puerta de salida.
Rubita estaba muy orgullosa de su novio, era un tio valiente, duro y peleón, esta noche sería de esas de no dormir, objetivo conseguido, pensó ella mientras se imaginaba lo que sucedería esta noche nada más llegar a casa de su novio.
Mientras tanto, el grupo, con El Maestro, Chico Tímido y el Italiano, vieron la escena, hablaron sobre el tema durante unos minutos y entraron en la sala principal, Chico Tímido quería enseñarles lo que estaba aprendiendo de su amigo Martino, aunque ellos se rieran de él.
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