A nadie le gustan las personas que ponen excusas, que no se responsabilizan de sus actos, que se esconden detrás del miedo Todos hemos puesto alguna excusa en algún momento, al llegar tarde al trabajo, no entregar la tarea a tiempo, no comenzar una relación o no terminarla.
Excusas, excusas, excusas.
Motivos, motivos, motivos.
Así de sencillo (de decir), en vez de buscar buenas excusas, comenzar por buscar buenos motivos para hacer eso que realmente nos hace sentir libres.
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