Durante la vida no paramos de relacionarnos, con otras personas, el entorno, animales, uno mismo, la vida es una relación constante, lo cual no está nada mal.
Cuidemos esa relación global.
No digo que escondas la cabeza cuando sucedan situaciones que te duelen o no te gustan, nada de eso.
Me refiero a la intención que uno mismo realiza hacia los demás.
Hace tiempo tomé esa decisión, sentirme en paz y dar esa paz a lo que me rodea.
Si sucede algo que me gusta, que me hace sentir bien, lo acepto, disfruto de esa emoción y doy gracias por ello, la dejo pasar.
Si sucede algo que no me gusta, que me hace sentir dolor, miedo, ira, angustia, no reprimo la emoción, la siento, experimento esas emociones, doy gracias por ello y las dejo pasar.
Cuando creo que alguien hace algo que me molesta o directamente quiere hacerme algún mal, pienso en que se deja llevar por la ira, el miedo, que no entiende otra manera de relacionarse con la vida que no sea atacando a los demás para que nadie lo ataque, lo perdono pues esa persona cree que está haciendo lo mejor para si, lo cual no es cierto, esa persona sufre, no le guardo rencor, aunque me esté amenazando con un cuchillo (ha sucedido en varias ocasiones), llego a entender lo que le lleva a realizar esas acciones y, aunque sienta miedo, puedo sentir compasión por esa persona.
Cuidemos esta relación que es la vida, aunque no creamos que se arreglará nada, aunque nada cambie, por lo menos podremos aportar un granito de arena en ser felices y dar felicidad.
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