Una mentira es una mentira, se mire por donde se mire y se pinte del color que quieras, no por que sea blanca será menos "dañina" que una de otro color (esta etiqueta es tan racista como falsa, por eso no la voy a usar más en este post).
Mentir a los niños es de cabrones, ¿decir que Santa Claus son los padres es destrozar la ilusión a los niños? Esto no es más que una excusa, he conocido niños con 10 años defendiendo a capa y espada que Santa Claus no son los padres, que existe y entra cada navidad a su casa, ¿ves lo que quiero decir con lo de mentir?
Decir la verdad, la honestidad, tampoco es ir haciendo daño por la vida, eso también es de cabrones.
La verdad se puede decir de muchas maneras, igual que la mentira, sin hacer daño, de forma constructiva, enseñando, educando a quien la recibe y haciendo que reflexione sobre la vida.
Ser honesto es una gran virtud, mentir sólo es el juego de "esconder las vergüenzas" para que otras personas piensen bien los unos de los otros.
Así parece funcionar el mundo, donde las personas honestas sobresalen más por molestar a otros que por enseñar un camino distinto.
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