Para ser feliz debes hacer lo que te gusta, esta frase la he escuchado, y leído, infinidad de veces, pero no ha sido hasta hace unos días que he encontrado una manera de hacerla posible, un ejercicio para aprender a disfrutar de cualquier momento de la vida.
A día de hoy (18-6-12) llevo 4 días realizando este ejercicio y los resultados son realmente asombrosos, por eso lo comparto con todos, merece la pena probarlo.
Ejercicio.
Lo primero que hay que aprender es a disfrutar del momento, para eso aprovecharemos los momentos cotidianos, tareas que puedes hacer a diario, por ejemplo, pasear, fregar los platos, hacer la cama y cualquier tarea que hagas a diario y que no te cree ningún estrés o presión.
Hay que ser consciente de lo que se está haciendo, sin pensar en otras cosas, recuerda, no pongas el piloto automático. Siente lo que haces, si estás fregando los platos, siente el agua, el tacto del plato, mira lo que está sucediendo y hazlo divertido, tan simple como eso.
Otro buen ejercicio para comenzar a sentir esa libertad, es bailar en privado, dejarte llevar por la música, sin pensar, sintiendo el cuerpo, las vibraciones, el ritmo y hacerlo divertido.
Ves añadiendo tareas más complejas, centrado completamente en lo que estás haciendo y disfrutando de ese momento.
Poco a poco tomarás consciencia de lo que sucede. Se hace menos caso al pensamiento, se disfruta más del día a día y se aprende algo muy importante, somos la fuente de nuestras emociones.
Cada persona es diferente, por lo que los cambios o lo percibido con este ejercicio no será para todos igual. Tan sólo debes probar y no dejes que tu ego te diga que esto es una tontería, por que lo harás, pensarás eso, por que yo también lo pensé, yo he estado ahí.
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