Primer paso.
Detectar el miedo y su causa.
Es muy fácil decir que tenemos miedo de hablar con una persona desconocida, de decir lo que pensamos o de besar a ese nuevo amor. Pero no hablo de eso, lo que hay que conocer es la causa de ese miedo, el verdadero motivo.
El camino ha recorrer no es sencillo, se requiere un ejercicio de honestidad total con uno mismo y, por mucho que te pese, muchos se mienten a si mismos, la mayoría.
Haz el ejercicio, busca ese motivo, se honesto contigo, nadie te va a juzgar, nadie sabrá nada, eres tu y solo tu.
Segundo paso.
Ponerse delante de la situación que genera ese miedo y enfrentarla.
Si, por ejemplo, tienes miedo al dolor emocional (que te rechacen, que no te acepten, a que esa persona que te atrae te rechace de una manera cruel y directa), enfrenta esa situación.
Este es el único camino que existe, hay ejercicios que te ayudarán para reunir el valor para enfrentar tu miedo, pero para superar el miedo solo lo podrás lograr enfrentándolo.
En mi vida he ido superando miedos, ahora me enfrento a uno que no había experimentado de una manera tan intensa como hace pocos días, el miedo a lo desconocido.
No tengo miedo de enfrentar nuevos proyectos, eso es divertido, por eso no creía tener ese miedo, comprendo que la muerte es algo inevitable y que tenemos que aprovechar la vida y vivirla al máximo.
Pero experimenté mucho miedo hace unos días, haciendo un ejercicio que propongo en mi libro "La Solución" (lo he comentado más arriba), entendí cual era el miedo, aunque me costó aceptarlo.
En estos días me estoy enfrentando a situaciones en las que surge este miedo, es complicado y puede que me lleve mucho tiempo lograrlo, pero eso ya lo sabemos todos, lo importante es ponerse en camino, con valor y seguir a pesar de los tropiezos.
Una gran frase que me dijo mi entrenador una vez.
Puedes pensar en tus miedos, te puedo explicar para que sepas sobre ellos, pero el único camino es el de experimentarlos, entonces los comprenderás.
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