Lo que piensan los demás de ti

No tengas miedo de lo que otros pueden pensar de ti, esta es una de las barreras que te impiden hacer y decir lo que realmente quieres, el miedo a no ser aceptado por los demás o por aquellos que están en tu círculo más próximo.

Siempre habrá gente que piense bien de ti y gente que piense mal de ti, hagas lo que hagas.

No podemos gustar a todo el mundo, esto es lo primero que hay que interiorizar, puede que te muestren una cara amable, a fin de cuentas tampoco quieren que piensen mal de ellos, pero pueden estar pensando que eres una mala persona o que eres de tal o cual manera.

No trates de gustar a todo el mundo, esto también es importante pues acabarás viviendo tu vida según las reglas de los demás y haciendo lo que ellos consideran oportuno.

Las reglas sociales, la vida social.

Esto es lo que siempre tenemos en mente, hay que seguir ciertas reglas para vivir en sociedad, pero esas reglas no implican, ni te imponen, que no puedas hacer o decir lo que realmente quieres.

La libertad y el daño a los demás

Me lo han dicho muchas veces, que si haces lo que quieres y dices lo que piensas puedes hacer daño a la gente, la honestidad duele.

Esto es una defensa, una excusa, en realidad la honestidad no hace daño, pero ahora que estás cómodo en tu actual situación de mentir (sin maldad, para no ofender) piensas que decir la verdad es ofensivo.

No es así, la verdad se puede decir de muchas maneras y si no quieres ofender, mejor no decir nada que mentir para "gustar" o para "no molestar".

Vive según tus reglas, tus deseos, tus gustos, la vida dura poco y no se trata de gustar a todos, al final lo único que te queda son tus experiencias y ni eso te puedes llevar a la muerte, pero es lo único realmente tuyo.

Así que vive en tu felicidad, sin hacer daño a los demás, comparte con otros, haz feliz a otros si así lo sientes, pero sobre todo escucha a tu corazón.

Mejor arrepentirse mañana de lo que has hecho hoy, que arrepentirse en tu lecho de muerte de todo lo que querías hacer y no has hecho por miedo a lo que otros pudieran pensar sobre ti.

Ha esta conclusión llegué cuando sufrí el accidente, estuve a punto de morir, desde entonces hago lo que me hace feliz, sin ofender ni hacer mal a nadie y terminando la lista de eso que realmente quiero hacer, para cuando llegue la muerte no tenga nada de lo que arrepentirme, cómo ya me pasó hace unos años, recordando todo aquello que quería hacer y no hice, por suerte tengo otra oportunidad, pero no podemos contar con eso.

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